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El Gobierno de Claudia Sheinbaum ha dado un golpe en el tablero energético con un viraje en el esquema de impuestos de Petróleos Mexicanos (Pemex), la petrolera más endeudada del mundo. La mandataria ha dado a conocer que bajo el nuevo régimen fiscal se simplificarán los pagos de la paraestatal al Estado, al pasar a un puñado de gravámenes a uno solo, denominado Derecho Petrolero para el Bienestar, equivalente al 30% de producción y 11,63% para el gas no asociado. “Con la implementación de este impuesto, Pemex podrá mantener una mayor parte de sus ingresos para financiar sus propias operaciones”, explicó la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, este miércoles en su habitual conferencia de prensa. El subsecretario de Hacienda, édgar Amador, explicó que la empresa paga actualmente impuestos por exploración, extracción y utilidad compartida, gravámenes que serán migrados hacia un solo impuesto: el Derecho Petrolero para el Bienestar. “Este diseño es neutral para las finanzas públicas, no implica un menoscabo en la recaudación fiscal para la Hacienda Pública y permitirá eficiencias productivas”, declaró este martes en Palacio Nacional.Sobre el manejo de deuda de la petrolera con un pesado adeudo por casi 100.000 millones de dólares, el funcionario indicó que siguen trabajando en los mecanismos para cumplir con las obligaciones financieras de la paraestatal y adelantó que el objetivo es no recurrir en el corto plazo al mercado de capitales y apoyar la capacidad financiera de la empresa. La reconfiguración de Pemex también pasará por un complejo modelo de austeridad. El director de la petrolera, Víctor Rodríguez Padilla, detalló que se aplicará un recorte de gastos operativos, una rebaja en el número de filiales de la compañía, que actualmente ascienden a 40, para reducir sus costes por 50.000 millones de pesos. “Vamos a reducir las filiales, para dejar solo las estrictamente necesarias, vamos a reintegrar a Pemex en un solo Pemex, vamos a tener una empresa más ligera y más robusta”, dijo. Rodríguez Padilla aseguró que continuarán con la reducción de la deuda fiscal y el adeudo a proveedores, ambos lastres se cifran en millones de dólares para 2025. Las nuevas acciones incluyen fomentar proyectos mixtos, como producción de hidrocarburos, de fertilizantes e incluso de nueva energía. En el tercer trimestre de 2024, Pemex registró una pérdida neta de 161.455 millones de pesos, 104% superior a la pérdida registrada en el mismo periodo del año anterior, la caída en ingresos se debió a menores volúmenes de crudo exportado. El anuncio del plan de Gobierno sobre Pemex se da a unos días de que la Secretaría de Hacienda presente el plan de presupuestos, donde se contempla, como el año pasado, una línea presupuestaria específica para ayudar a la petrolera a pagar su abultada deuda financiera. En línea con el sexenio anterior, la secretaria de Energía, Luz Elena González, aseguró que el plan de Pemex priorizará el abasto nacional por encima de la exportación. Pemex, el otrora gigante petrolero, ahora es la petrolera más endeudada del mundo, con un adeudo por más de 99.000 millones de dólares. Aunque la Administración pasada centró su estrategia en reflotar a la maltrecha paraestatal con inyecciones directas de Hacienda por casi un billón de pesos, estos recursos se destinaron, prioritariamente, a cubrir el adeudo financiero. Además, mediante decretos se condonaron reiteradamente impuestos a la petrolera. Ahora, bajo las riendas de Sheinbaum, la cirugía promete ser mayor con este rediseño fiscal y el ambicioso plan de austeridad.

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